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Rosario Flores, un torbellino de energía en el escenario, una voz que rasga el alma y una conexión con el flamenco que corre por sus venas. Pero, ¿sabías que antes de conquistar los escenarios, Rosario soñaba con ser bailarina? Una lesión truncó ese sueño, pero la música, su verdadero destino, la esperaba con los brazos abiertos. Prepárate para descubrir la historia de una artista que ha sabido convertir el dolor en arte y el flamenco en pop.
Nacida en Madrid, en el seno de una familia de artistas, Rosario lo llevaba en la sangre. Hija de la inmortal Lola Flores y el guitarrista Antonio González «El Pescaílla», creció rodeada de cante, baile y duende. Desde pequeña, acompañaba a su madre en las giras, aprendiendo los secretos del escenario y empapándose de la pasión del flamenco. Aunque su sueño era el baile, una lesión la obligó a cambiar de rumbo, pero esa «casualidad» fue la chispa que encendió su vocación musical. Sus primeros pasos fueron en el cine, participando en películas junto a su madre y su hermano Antonio, pero la música la llamaba a gritos.
Y precisamente hablando de su evolución artística, no te pierdas el videoclip de una de sus canciones más emblemáticas, «La Casa En El Aire»:
Como puedes ver, su fuerza interpretativa es innegable. Ahora, volvamos a la historia de cómo esa niña rodeada de arte se convirtió en la Rosario que todos conocemos y amamos.
La década de los 90 fue clave en la carrera de Rosario. Tras la pérdida de su madre y su hermano Antonio en un breve lapso de tiempo, encontró refugio en la música. En 1992, lanzó su primer álbum, «De Ley», un éxito que la catapultó a la fama. Sin embargo, fue con «Muchas Flores» en 2001 que Rosario consolidó su estilo único, fusionando el flamenco con el pop, el rock y el soul. Este álbum, dedicado a su madre, la consagró como una de las artistas más importantes de España y Latinoamérica, ganando un Grammy Latino al Mejor Álbum de Pop Vocal Femenino.
Más allá de su talento musical, Rosario es una apasionada de la pintura y la escultura. De hecho, ella misma diseña la escenografía de sus conciertos y muchas de las portadas de sus discos. Además, es una gran defensora de los derechos de los animales y colabora con diversas organizaciones benéficas. ¿Y sabías que tiene una colección de sombreros vintage? Cada uno de ellos tiene una historia y un significado especial para ella.
Rosario continúa reinventándose y explorando nuevos sonidos. Su último trabajo discográfico es una muestra de su madurez artística y su capacidad para conectar con el público. Siempre fiel a sus raíces, pero con la mirada puesta en el futuro, Rosario sigue emocionando con su voz y su energía arrolladora. Está preparando nuevos proyectos que prometen sorprender y emocionar a sus fans. ¡Mantente atento!
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