Riesgo de soledad no deseada afecta al 16,2% de adultos mayores en España

Un 16,2% de los adultos mayores en España están en riesgo de soledad no deseada, según el informe Redes para la Vida, presentado por EmancipaTIC. La investigación, apoyada por el IMSERSO y en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Santiago de Compostela, encuestó a 1.000 personas mayores de 49 años.

El estudio revela que las tasas más altas de soledad se dan en el grupo de 55 a 59 años, con un 23,8%. En el rango de 60 a 65 años, la soledad no deseada afecta al 16,6%. Además, un 8,7% de los adultos mayores están en riesgo de aislamiento, con porcentajes superiores al 12% en personas de 75 años o más. El estado civil también influye, siendo las personas solteras y viudas las más afectadas.

En cuanto a la tecnología, el informe destaca que el uso del teléfono fijo se relaciona con un mayor riesgo de soledad (20,1% frente al 8,5% de quienes no lo usan). Un 97% de los encuestados tiene teléfono fijo, aunque un 35% no lo utiliza. El 94,6% tiene teléfono móvil, siendo un 91% smartphones. El uso del teléfono móvil se asocia con menor aislamiento (7,8% frente al 24,1% de quienes no lo tienen).

El estudio también evaluó la percepción de edadismo. Según el informe, el ámbito en el que más edadismo perciben los participantes es en su relación con las administraciones públicas y empresas privadas. Un 25,6% de los encuestados ha tenido dificultades para pedir cita médica, y un 27% para realizar trámites en la Administración Pública.

En cuanto a la comunicación, WhatsApp es la forma más habitual de mantener el contacto con familiares (31%) y amigos (35,2%). Sin embargo, las personas de 80 o más años hacen un menor uso de WhatsApp. Un 41,9% de la muestra visita centros para personas mayores y utiliza sus servicios.

José Manuel Azorín, presidente de EmancipaTIC, indica que la soledad no es una enfermedad, pero sí una condición que genera problemas de salud mental y física, por lo que es fundamental abordarla. Azorín también señala que la tecnología puede ser una herramienta fundamental para combatir la soledad no deseada.