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¿Sabías que Maki, el artista que hoy nos hace vibrar con «No te suelto pase lo que pase», comenzó su carrera cantando flamenco en las fiestas de su pueblo? Detrás de ese sonido fresco y actual, se esconde un corazón flamenco que late con fuerza. Hoy te invitamos a descubrir la increíble historia de este artista que ha sabido fusionar sus raíces con las tendencias más actuales, creando un estilo único que lo ha catapultado al éxito. Prepárate para conocer al Maki más íntimo, sus inicios, sus secretos y cómo la música se convirtió en su gran pasión.
Maki creció rodeado de música. En su casa, el flamenco era el rey, y desde muy pequeño sintió la necesidad de expresar sus emociones a través del cante. Recuerda con cariño las noches de verano, donde su abuelo lo animaba a cantar en las reuniones familiares. Fue ahí, entre aplausos y risas, donde nació su amor por la música. Aunque el flamenco era su base, Maki siempre fue un espíritu inquieto, curioso por explorar nuevos sonidos. Escuchaba a escondidas la radio, fascinado por el pop y el rock que llegaban desde otros países. Esa mezcla de influencias, entre lo tradicional y lo moderno, fue moldeando su propio estilo.
Y precisamente hablando de su evolución artística, no te pierdas su último videoclip «No te suelto pase lo que pase» junto a María Artés y El Motrileño, que es una explosión de ritmo y color:
Como puedes ver, su estilo ha evolucionado mucho desde sus inicios flamencos, pero siempre manteniendo esa esencia que lo hace único. Te contamos más…
Hubo un momento crucial en la carrera de Maki: cuando decidió apostar por fusionar el flamenco con el pop. Al principio, muchos lo criticaron, le decían que estaba loco, que no iba a funcionar. Pero él confió en su instinto y siguió adelante. Una de las colaboraciones que marcó un antes y un después fue su trabajo con Demarco Flamenco en «Quisiera parar el tiempo». Esta canción lo catapultó a la fama y le demostró que su apuesta era la correcta. Después de eso, llegaron los premios, las giras y el reconocimiento del público.
Pocos saben que Maki es un apasionado de la pintura. En sus ratos libres, le encanta pintar cuadros abstractos, una forma de liberar su creatividad y expresar sus emociones de otra manera. Además, es un gran aficionado al fútbol, y siempre que puede se escapa a ver un partido de su equipo favorito. Otra curiosidad: antes de subir al escenario, siempre tiene que comerse un plátano. Dice que le da energía para darlo todo en el concierto.
Hoy, Maki se encuentra en un momento dulce de su carrera. Con «No te suelto pase lo que pase», sigue demostrando su talento y su capacidad para reinventarse. Está trabajando en nuevas canciones, explorando nuevos sonidos y colaborando con otros artistas. Su sueño es seguir haciendo música, llegar al corazón de la gente y transmitir emociones a través de sus canciones. Maki es un artista en constante evolución, un ejemplo de perseverancia y pasión por la música.
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